Pensábamos salir a una hora temprana con la ayuda de Javier García Aguadero, al que contactamos por email y se ofreció a guiarnos los primeros kilómetros sin conocernos ni nada. La verdad que fue muy amable.

Pero nuestros planes se vinieron abajo rápidamente por que empezó a diluviar. Lo primero que cambiamos fue irnos a un centro comercial, a las afueras de Salamanca, y comprarnos chubasqueros y ropa de abrigo de ciclista. Le dijimos a Javier que no viniese, el pobre estaba preparado para acompañarnos, pero el diluvio no merecía la pena.

Pasadas las 11 de la mañana escampó un poco. Así que ni cortos ni perezosos nos pusimos los chubasqueros y salimos por la avenida de Portugal, con las indicaciones que nos había dado Javier.

Recto por la avenida de Portugal, pasamos la plaza de Toros y después la rotonda donde la gasolinera queda a nuestra derecha, dejamos atrás el estadio de El Helmántico y tomamos la nacional 630 en dirección Zamora. El camino transcurre a la izquierda, pero vuelve a llover y decidimos ir por la carretera hasta Aldeaseca de Armuña. Como paró de llover llamamos a Javier para que nos guíase por teléfono.



Tomamos las flechas que rodean la iglesia y nos sacan del pueblo por detrás alejándose de la carretera. El camino está señalizado y las flechas amarillas nos mandan en dirección a un camino agrícola que pasa por el nuevo cementerio, pero allí las obras de una carretera (quizás la autovía) borran todo el rastro de marcas y caminos. No nos queda otra que dar marcha atrás y retroceder para salir a la nacional de nuevo.

Enseguida vemos a nuestra izquierda Castellanos de Villiquera, por donde pasa el camino. Seguimos hasta Calzada de Valdunciel, una pausa en la gasolinera-mesón para reponer agua, no hay agua en los próximos kilómetros. Tras pensar que hacer, y viendo que son las 12.30 decidimos continuar rectos por la nacional. Hemos perdido demasiado tiempo y nos quedan muchos kilómetros.



Conforme nos alejamos de Salamanca mejora el tiempo, empezamos a pedalear a buen ritmo hasta el cruce del desvío al Castillo del Buen Amor. Nos vamos a visitarlo, aunque sólo desde fuera, ya que ahora es una hospedería privada. Almorzamos fuet y continuamos pedaleando alcanzando El Cubo de la Tierra del Vino.



Son las 14.30 y llevamos sólo 35 Km más los del desvío al castillo. Afortunadamente es llano y vamos rápido. Decidimos comer en EL Cubo. Conforme entramos al pueblo parece que retrocedemos en el tiempo, nos recuerda a Aljucén o a El Burgo Ranero. No hay restaurantes ni bocadillos calientes en los bares. Únicamente una mujer da de comer a los peregrinos por unos 8 euros. Comida casera junto a su familia. Si en ese momento aparece Curro Jiménez no nos hubiese extrañado nada.

Hay tienda, y el albergue es la iglesia. (Un colchón para dormir en el suelo).

Continuamos después de comer. El camino no tiene pérdida (y si te pierdes la nacional te lleva al mismo sitio). Sales del pueblo por el antiguo trazado de la nacional, pasas el puentecillo y continúas un rato por la carretera. Se puede elegir entre dos posibilidades: camino y carretera.

En nuestro caso el camino estaba intransitable de barro y encima nos faltaba un montón de kilómetros (maldita lluvia). Optamos por la carretera.

Si optas por camino, tiene algunas ondulaciones que lo hacen más cansado, se va por una pista de tierra paralela al ferrocarril, entre árboles que proporcionan un poco de sombra, después de unos 5 km en el cruce cogemos el camino a la derecha, pasamos Villanueva de Campean. En otros 5 km aproximados, llaneamos hasta San Marcial. De aquí a Zamora el terreno es más rompe piernas.

Por carretera iremos directos hacia Zamora. Algunas ondulaciones de escasa o nula dificultad hasta divisar la ciudad. Cuidado con la entrada, desembocamos en plena autovía de la plata, justo allí cogemos el paso elevado a nuestra derecha, nos cruzará por encima de la autovía y entraremos en Zamora.

Siguiendo la calle de Los Cabañales llegaremos al famoso puente romano de la ciudad.

Si nos hemos confundido al entrar y nos encontramos en medio de la Autovía (confusión fácil para gente agotada), al poco encontraremos otro paso elevado que también nos devuelve a Zamora, calles Cañizal y Plaza del Sol, hasta llegar al mismo puente sobre el Río Duero.

Desde el puente subiremos hacia la catedral y la parte histórica de la ciudad, de visita obligada. La cuesta de subida es de lo más interesante.

Desde la catedral y restos del castillo bajaremos por el lado contrario al que hemos llegado para encontrarnos la calle La Feria, calle La Puebla de Sanabria y Plaza San Lázaro donde reaparecen las flechas. Siguiéndolas, la cuesta de La Morana (si, si otra hermosa cuesta) y por fin la carretera a la Hiniesta.

Otra vez dos alternativas, camino y carretera. El camino con lluvia no es transitable. La carretera es la opción nuestra. Ninguna de las dos alternativas tiene perdida hasta Montamarta.

Recto por la Carretera de la Hiniesta, pasan al lado de un crucero que estará a su izquierda, continúan recto y se encuentran una rotonda. Siguen recto y pasada la rotonda, hay otro crucero, esta vez a su derecha. Es la Cruz del Rey Don Sancho, exactamente indica el lugar donde murió el Rey. La Cruz es románica. Continúan recto y a la altura de una escombrera que quedará a su derecha giran a la derecha, una vez que la han pasado, para continuar por el camino paralelo a la N-630. Gracias a la oficina de Turismo de Zamora por darnos todas las indicaciones por correo electrónico.

Como van en bici, puede que prefieran ir por carretera, entonces la salida de Zamora es la misma indicada anteriormente, solo que en vez de seguir por la Carretera de La Hiniesta, es mejor que tomen la Avda. de Galicia y les llevará a la N- 630.

Al principio la salida, entre las rotondas tiene más tráfico al atravesar un polígono industrial.

Hasta Roales del Pan hay cierto tráfico, son los primeros 6 kilómetros, después nos quedan 18 largos kilómetros en soledad por la llanura castellana, acompañados sólo por el cansancio y el dolor de culo.

Tal y como entramos por la carretera tenemos a nuestra izquierda el Hostal-Pensión y a nuestra Derecha el Albergue, bastante nuevo y que aún sigue equipándose y mejorando gracias a las aportaciones voluntarias de los peregrinos.

El camino llega por la derecha hacia la carretera, que pasa por abajo junto al río hasta una zona con mesas donde sube directo al albergue.

Los sitios para cenar (disponemos de varios) los tenemos siguiendo recto la carretera hacia Montamarta a 100 ó 200 metros. Hay varios para elegir. La comida, tradicional casera es muy recomendable. Aconsejamos el cochinillo.

Perfil de la Etapa:

Alojamiento:
Montamarta, Hostal El Asturiano, Crtra Gijón Sevilla Km 261. Telf. 980 550182. Cierra los Sábados (primer hostal-pensión que conozco que cierra un día a la semana).

Albergue de Peregrinos de montamarta. Abierto en 2006. Crtra Gijón sevilla, frente Hostal. Nuevo pero con pocos recursos.

Centro de Turismo Rural Casa Liedo, Telf 980 550055.

Restaurante: Bar-restaurante Rosa-Mary (nosotros desayunamos muy bien en el, abre temprano) Telf 980 550 271, Plz El sol 5. Restaurante Valdegoda en la misma carretra del albergue a 100 metros. En esa carretera hay dos restaurantes, nosotros fuimos al que indicaba el Hospitalero. Muy buen cochinillo asado.

Kilómetros desde Salamanca: 85,7. Camino transitable a pie y en bici, bien señalizado, con tramos comunes con carretera.

Dificultad: fácil.