Camino Mozárabe
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- Escrito por: Francisco Martínez
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R = albergue peregrinos publico | FR: fuera de la ruta | ||||
P = albergue peregrinos privado. | C = camping | ||||
A = albergue juvenil | H = hotel, hostal, casa rural, pensión. | ||||
T = albergue turístico Ruta del Califato | F= farmacia I= internet | ||||
Localidad/Hito | Altitud | Distancia | Dist Acum. | Provincia | Datos |
Granada | 683 m | 0,0 Km | 0,0 Km | Granada | H, F, I |
Atarfe | 607 m | 8,9 Km | 8,9 Km | Granada | H, F |
Pinos Puente | 635 m | 6,5 Km | 15,4 Km | Granada | H, F |
Olivares | 695 m | 9,0 Km | 24,4 Km | Granada | - |
Moclín | 1.065 m | 2,1 Km | 26,5 Km | Granada | H |
Fuente de Malalmuerzo | 915 m | 5,7 Km | 32,2 Km | Granada | - |
Coto de Los Pedernales | 5,9 Km | 38,1 Km | Granada | - | |
Ermita Nueva | 940 m | 5,8 Km | 43,9 Km | Jaén | H, F |
Alcalá la Real | 1.033 m | 9,9 Km | 53,8 Km | Jaén | H, F, I |
Aldea de Puertollano | 6,4 Km | 60,2 Km | Jaén | - | |
Ventas del Carrizal | 635 m | 8,8 Km | 69,0 Km | Jaén | - |
Alcaudete | 676 m | 11,6 Km | 80,6 Km | Jaén | H, F |
Cortijo de la Paloma | 9,0 Km | 89,6 Km | Jaén | - | |
Laguna del Salobral | 405 m | 9,7 Km | 99,3 Km | Jaén | - |
Baena | 462 m | 11,8 Km | 111,1 Km | Córdoba | H, T, F |
Castro del Río | 241 m | 20,0 Km | 131,1 Km | Córdoba | H, F |
Córdoba | 106 m | 36,0 Km | 167,1 Km | Córdoba | H, A, F, I |
Cerro Muriano | 520 m | 15,0 Km | 182,1 Km | Córdoba | - |
Estación de Obejo | 518 m | 6,0 Km | 188,1 Km | Córdoba | - |
El Vacar | 580 m | 5,0 Km | 193,1 Km | Córdoba | - |
Villaharta | 580 m | 10,0 Km | 203,1 Km | Córdoba | H, F |
Puerto de Calatraveño | 750 m | 7,5 Km | 210,6 Km | Córdoba | - |
Cortijo de la Hoyariza | 750 m | 2,5 Km | 213,1 Km | Córdoba | - |
Alcaracejos | 610 m | 28,0 Km | 241,1 Km | Córdoba | H |
Villanueva del Duque | 584 m | 4,3 Km | 245,4 Km | Córdoba | H |
Fuente la Lancha | 558 m | 6,7 Km | 252,1 Km | Córdoba | F |
Hinojosa del Duque | 547 m | 12,0 Km | 264,1 Km | Córdoba | H, F |
Monterrubio | 557 m | 31,0 Km | 295,1 Km | Badajoz | H, F |
Castuera | 512 m | 17,0 Km | 312,1 Km | Badajoz | H, F |
Campanario | 398 m | 19,0 Km | 331,1 Km | Badajoz | H, P, F |
Magacela | 480 m | 11,0 Km | 342,1 Km | Badajoz | - |
La Haba | 305 m | 5,0 Km | 347,1 Km | Badajoz | - |
Don Benito | 279 m | 6,0 Km | 353,1 Km | Badajoz | H, F, I |
Medellín | 264 m | 9,0 Km | 362,1 Km | Badajoz | H, F |
Santa Amalia | 253 m | 9,0 Km | 371,1 Km | Badajoz | - |
Torrefresneda | 240 m | 10,5 Km | 381,6 Km | Badajoz | - |
San Pedro de Mérida | 282 m | 8,4 Km | 390,0 Km | Badajoz | H |
Trujillanos | 262 m | 6,5 Km | 396,5 Km | Badajoz | H |
Mérida | 219 m | 8,6 Km | 405,1 Km | Badajoz | H, R, F,I |
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- Escrito por: Francisco Martínez
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La última etapa. Sencilla de realizar, grandes planicies y cuesta abajo, recorreremos fácilmente los 46 kilómetros de que consta. Si, 46 desde la puerta del hostal donde dormimos en Medellín hasta la puerta del Albergue de Peregrinos de Mérida. Las distancias indicadas en las otras webs no son correctas, la más aproximada es la web de la Asociación de Amigos del Camino, pero no contempla bien la distancia inicial hasta Santa Amalia ni el recorrido por dentro de la ciudad de Mérida.
Pasamos la noche en el Hostal "Río" de Medellín. Con vistas al puente de los Austrias y la vega del Guadiana. Sin embargo para los desayunos tendremos que ir a otro sitio ya que no abren hasta las 10.
En el centro del pueblo, a mitad de la calle que lo atraviesa (por la que llegamos el día anterior) tenemos otro mesón restaurante que abre a primera hora de la mañana. Os recomendamos pedir la tostada de tomate, jamón ibérico y aceite de oliva. Increíble. Merece la pena. Unido a un café con leche y un zumo de naranja natural ya podemos emprender el camino.
Saldremos desde la puerta del hostal, cruzando el Guadiana por el puente de los Austrias, maravillosa obra de ingeniería que se ha conservado intacta hasta nuestros días. Como siempre las flechas amarillas nos guiarán sin demasiados problemas.
Nada más acabar el puente cruzamos al camino de tierra que sale a nuestra izquierda. Lo seguiremos durante aproximadamente 1 km hasta llegar a la carretera de Yelbes, a la cual nos incorporamos en dirección a ese pueblo. Aproximadamente otro km más en esa carretera y la abandonamos por una pista agrícola en gran parte asfaltada que sale a nuestra derecha.
Proseguiremos por esta pista a buena velocidad gracias al trazado llano y en relativo buen estado de este camino agrícola. No la abandonaremos en ningún caso hasta su final, otra vez en una carretera junto a unas naves de industrias. Cogeremos esa carretera hacia nuestra derecha, dejando a la izquierda esas naves (entre ellas una industria tomatera) y proseguiremos hasta llegar a Santa Amalia, pasando por una gasolinera y desembocando en la Nacional 430.
En este punto es posible que no encontramos las siguientes flechas. Veremos un cartel que pone "Yelbes 5" que no seguiremos, pues nos haría retroceder. Veremos en la nacional que a nuestra izquierda hay un puentecillo o pasarela peatonal de color verde. Tendremos que ir por el arcén de esa nacional con mucho cuidado, ya que soporta bastante tráfico rodado. Los ciclistas deberán cruzar al otro lado, ojo en ese cruce. Veremos al pasar por debajo de dicha pasarela verde que hay una flecha en el pilar derecho. Hasta aquí llevaremos casi 9 kilómetros recorridos.
Dejaremos Santa Amalia siguiendo la nacional otros 9 kilómetros por el arcén, tras los cuales llegaremos a Torrefresneda, al cual entraremos por una vía de servicio que nos obligará a cruzar la nacional y salir definitivamente de ella.
Torrefresneda parece un pueblo de repoblación, muy parecido a alguno que cruzamos en la Ruta de la Plata. La torre de su iglesia es de idéntica construcción. Quedan casi 9 kilómetros hasta San Pedro de Mérida.
Atravesaremos la población sin llegar a entrar en ella, por la carretera que nos ha traido. Podremos ver algún bar donde hacer un alto si lo necesitamos. Seguimos todo recto hasta salir de la población por un camino indicado como "camino agrícola". Asfaltado casi en su totalidad (falta algún tramito). Este camino nos llevará directamente hasta Mérida. No tendremos que salirnos de él.
Este camino va paralelo a la autovía, a la que cruza en varias ocasiones. Deberemos estar atentos a las flechas. Al principio dejaremos la autovía a nuestra derecha, luego a la izquierda cruzándola por debajo de la misma, luego a la izquierda (camino recién asfaltado) cruzándola por arriba y otra vez a la derecha para finalmente cruzar por debajo de la autovía y dejarla de nuevo a la izquierda. En este punto llegaremos a un cruce del camino agrícola (o vía de servicio) con la vieja carretera. Ambos caminos llevan a San Pedro de Mérida, nosotros utilizamos el camino agrícola que nos deja en la salida de la autovía, junto a la estación de servicio, restaurante y hostal Juan Porro.
Entraremos al pueblo siguiendo las flechas y buscando el cuartel de la guardia civil. Giraremos a la izquierda por una calle para pasar por delante del cuartel y seguir recto hasta salir del pueblo.
Tomaremos de nuevo el camino agrícola asfaltado y NO seguiremos las indicaciones de la web de mundicamino que hablan de cruzar el vertedero e ir por un camino siguiendo las vallas. Si lo hacemos nos cansaremos el doble, ya que está en mal estado por el tránsito de tractores además de correr el riesgo de perdernos por no estar señalizado en ningún momento. Faltan 6,4 hasta trujillanos.
Lo correcto es el camino agrícola o vía de servicio. Aunque hay pocas flechas amarillas, son las suficientes para no perderse. Con agradables cuesta abajo alcanzaremos un buen ritmo hacia Trujillanos, pueblo que divisaremos rápidamente.
Atravesaremos el pueblo bordeando su industria y sin entra en el. Disponemos de hostal y bares por si lo necesitamos. Saldremos por el mismo camino agrícola que pasará a ser un camino de tierra. Deberemos estar atentos si vamos rápido porque cruzaremos por debajo de la autovía, y si no estamos atentos nos lo saltaremos. Este cruce está en mal estado por la vegetación y la basura. Pasa un pequeño arroyo por allí.
Al otro lado retomamos el asfalto que seguiremos hasta cruzarnos con una pista de tierra en buen estado que sale a nuestra izquierda. Está muy bien señalado. Cogemos esta pista que nos llevará directos a Mérida en una entrada triunfal.
Ya dentro de la ciudad nosotros proseguimos hasta el circo romano y de allí, siguiendo el sentido de la circulación, dejamos el edificio "ocaso" a nuestra izquierda, para llegar hasta el río, y pasando las rotondas y dejando el acueducto de Los Milagros a la derecha encontraremos el Albergue entre el puente de hierro del ferrocarril y el puente de lusitania.
Gracias a la amabilidad de los hospederos podremos ducharnos y cambiarnos y visitar Mérida de una forma más cómoda.
Impresionante ciudad romana, con u teatro y anfiteatro dignos de admiración.
Para comer recomendamos el Mesón "El serranito". En la calle Suarez Somontes, que empieza cerca del teatro, dejando la parada del trenecito turístico a nuestra derecha.
Especialidades en ibéricos y tapas, así como las gambas, las paellas y el arroz con bogavante. Las paellas y el arroz con bogavante de encargo, y los preparan al punto exacto, así que tendremos que esperar unos minutos hasta que nos lo saquen, pero se ameniza con unas tapas.
Nosotros degustamos el impresionante arroz con bogavante, de los mejores. La amabilidad de Pepe y su familia contribuye a una agradable comida. El sitio es pequeñito y se llena, así que espabilar.
FIN DE VIAJE.
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Esta etapa es más sencilla ya que discurre por las comarcas de La Serena y las llanuras de Extremadura, aunque no dejan de ser 76 kilómetros, y se arrastra ya el cansancio de las etapas anteriores. La "broma" de la Comarcal en Magacela se las trae: ¡la única carretera en kilómetros de llanura que sube una colina por el medio!
Para desayunar vamos al bar cuatro esquinas, ya que el del hostal no abren hasta las 8.30. Un buen desayuno de tostadas con productos de la tierra para ir con energía. Salimos de la Pensión Vaticano, donde hemos pasado la noche. Un sitio agradable y buen trato, aunque no tienen menú para cenar.
Vamos por la calle por donde llegamos hasta el hostal: plaza España, calle de la Benquerencia hasta que se cruza con la calle las cruces, en ese punto torcemos a la izquierda y salimos por la carretera a Castuera. Dejamos a la izquierda unas naves industriales (alguna de quesos) y giramos por el camino agrícola asfaltado de la derecha, abandonando la carretera a Castuera, ya que por allí pasa por puerto Hurraco, dando un rodeo. Tenemos por delante 17 kilómetros. Continuamos por la pista asfaltada unos kilómetros hasta que las flechas amarillas nos indican girar a la izquierda para abandona dicha pista y comenzar un camino entre encinas y alcornoques (¿y quién los distingue?). Este camino está perfectamente señalizado. En seguida descubriremos que pisamos tramos de la antigua calzada romana "corduba-emérita", que seguiremos durante kilómetros. Finalmente llegaremos a un punto donde nos cierra el paso ua finca, por la cual veremos que se aleja la calzada romana. Tendremos que seguir las flechas amarillas, que por nuestra derecha nos llevan de vuelta a la pista asfaltada. Continuando por esa pista asfaltada hasta que se transforma en una pista de tierra, en buen estado, que atraviesa distintos campos con sus casas, para finalmente llegar hasta Castuera. Los que quieran pueden entrar al pueblo por la calle a la derecha que sube, o rodearlo por la calle de enfrente. En cualquier caso buscaremos la salida por el monumento a la aviación, que algunos gamberros han manchado. Castuera tiene todo lo que el peregrino pueda necesitar.
Saldremos desde la rotonda del monumento a la aviación dejando atrás Castuera, hasta que veamos a nuestra izquierda el Salón Ovino. De allí sale un camino, que además de indicado con flechas amarillas lo veremos indicado como GR-115. Lo seguiremos durante bastantes kilómetros.
En la etapa pone que tenemos 19 kilómetros, pero tras recorrerla a mi me salen 21.
Seguiremos por caminos de tierra en buen estado, siempre con las indicaciones de la GR115 y las flechas amarillas. Pasaremos por al lado de un puente ferroviario, y a partir de aquí seguiremos durante un buen rato las vías férreas. Veremos como a nuestra derecha quedará la antigua estación de quintana de la serena.
Al rato giraremos a la derecha según las flechas, mientras que la GR prosigue de frente. Esta nueva pista forestal nos llevará a Campanario. Cruzaremos las vías del ferrocarril, tendremos algún descenso interesante, y al final unas cuestas más duras, donde veremos como la cantera de granito la dejamos a la derecha. Estamos llegando a Campanario, pero aún nos falta el último tramo donde pasaremos pequeños terrenos particulares, huertos o viñas, hasta alcanzar la carretera, que con notable tráfico deberemos cruzar. Estamos a las puertas del pueblo.
Al poco de cruzar tenemos una opción: seguir las flechas y abandonar la carretera a nuestra derecha por una pista asfaltada hasta entrar en el pueblo. Bueno si queremos dormir o comer aquí. Pero si vamos a continuar nuestro viaje sin parar no nos merece la pena. Olvidamos un momento las flechas amarillas que nos indican meternos al pueblo y avanzamos casi 500 metros por la carretera para llegar, dentro del pueblo, con u cruce. Aquí tenemos las flechas amarillas que abandonan campanario.
En dicho cruce giramos a la izquierda para descender hacia el polideportivo del pueblo que debe quedar a nuestra derecha. Al fondo ya divisaremos un pueblo en una colina, con unas ruinas en la cima: Magacela. Iremos hacia allí.
Siguiendo las flechas amarillas iremos por un camino agrícola en buen estado, dejando a la derecha un pequeño y antiguo "embalse" continuaremos por terrenos ondulantes y a veces llanos, hasta las ruinas tartésicas de "La Mata". Interesante visita a una cultura protohistórica.
La amable guía de "La Mata" nos indica que prosigamos la pista principal que va a parar a la carretera (o pista agrícola asfaltada). Esta pista se separa escasos metros del camino señalado con las flechas amarillas, al cual corta (haciendo fácil perderlo si vas despistado), es indistinto por cual vayas, ambos van a parar al mismo sitio (la pista asfaltada) separados por pocos metros.
Ya no abandonaremos el asfalto hasta llegar a los pies de Magacela. Después de u día llano o ligeramente ondulado toca la "broma" del día. Subimos por la carretera hacia La Haba, que lleva a la parte de arriba de Magacela. Cuesta un rato, y en la parte superior nos la encontramos cortada al tráfico por obras (están ensanchando y re asfaltando, que buena falta hacía). A pesar de eso podemos proseguir con cuidado por esta carretera en obras, y en 5 kilómetros llegaremos a La Haba. En el cruce con la carretera principal veremos un bar "la parrilla" donde podremos comer algún plato combinado o tapas.
Desde aquí queda poco para el final del trayecto y en general llaneando o ligeras ondulaciones.
Después de comer proseguimos hacia Don Benito. Para ello abandonaremos cualquier carretera y cruzaremos el pueblo buscando el antiguo matadero y una industria maderera, la cual dejaremos a nuestra izquierda mientras nos internamos por un camino agrícola con pisadas de tractores que nos separa de la carretera y bordea a lo lejos Don Benito para llevarnos finalmente hasta el. Un paseo ondulado y agradable por campos agrícolas de cereales donde no veremos flechas más que al principio y al final. (es difícil pintarlas en algún lado).
Cuando llegamos al comienzo de Don Benito nos quedan sólo 9 kilómetros, 3 de ellos rodeando el pueblo (que dispone de todo lo que podamos necesitar). Entre las avenidas y rotondas seguiremos las flechas muy bien colocadas que nos sitúan en la nacional 430, junto al cartel que pone "Medellín 6". Veremos el castillo al fondo. Camino llano por completo, seguiremos el arcén de la nacional un rato, para abandonarlo por un camino a la derecha, que no es el indicado por las flechas amarillas (las cuales perdemos de vista), pero que discurre paralelo a la nacional, hasta que nos devuelve a ella tras pasar una acequia. Estamos al lado de Medellín. Volvemos a la nacional un kilómetro o dos, para entrar por "Medellín este" donde retomamos las flechas amarillas.
Llegamos a las 5 a Medellín, entramos junto a la estatua del fundador romano Metello, y proseguimos por la calle principal hasta el otro lado del pueblo. Sin pérdida alguna llegamos al Hostal Río, donde pasaremos la noche, junto al puente de los Austrias.
Ducha y cambio de ropa y visita al pueblo, desde el castillo a las iglesias y sin olvidarnos de la estatua de Hernán Cortes, gran capitán y conquistador de México, nacido en este hermoso pueblo extremeño.
Alfinal hemos hecho 76 kilómetros aunque la etapa ponía 67. Dos o tres de más entre castuera y campanario, y luego atravesando las diversas poblaciones, y eso que no nos hemos salido del camino en todo el trayecto.
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- Escrito por: Francisco Martínez
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Desde villaharta hemos superado la mitad del camino. La dificultad de esta etapa reside en dos cosas: el tramo final de Sierra Morena, y la longitud del camino, los 100 kilómetros (en cifras redondas) que hemos de recorrer.
Ya sólo nos queda la mitad del camino, y es la parte más sencilla, menos el primer tramo desde Villaharta, que tenemos que abandonar sierra morena.
Nosotros dormimos a pie de la nacional, en una casa rural desastrosa, y tras un desayuno frugal (siendo optimistas), salimos con el fresco de la mañana. Para empezar, sin tiempo a calentar, subimos al pueblo. 1,5 kilómetros de cuesta dura, en nuestro caso por carretera, ya que por aquí es difícil, porque el camino tiene algún punto intransitable para las bicis. En cualquier caso si optáis por el camino, tener mucho cuidado en el punto que cruza con la carretera, es en medio de una curva sin visibilidad y al otro lado de la carretera el paso es abrupto, un mal paso allí no es buena cosa.
Una vez llegados al pueblo continuamos juntos por la carretera hacia Pozoblanco, ya que el camino coincide. Seguimos subiendo en fuerte pendiente, capaz de agotar el aliento de cualquiera, las conversaciones disminuyen... digamos que admiramos los ruidos de la naturaleza...
Por fin llegamos a un alto, donde tenemos un merendero a la izquierda. Los que opten por camino deben proseguir por allí, ideal si vas caminando, imposible para bicicletas de carretera o mixtas, y sólo para las de montaña con gente realmente muy preparada, y a ser posible sin alforjas. En caso contrario os espera un trayecto a pie arrastrando la bici con alforjas durante unas horas.
Para los que no se encuentren con fuerzas para esta parte de sierra morena os proponemos una alternativa, toda ella en bici.
Sin salirnos de la carretera, que veréis que es escasamente transitada, continuamos por las ondulaciones de sierra morena, que aportan descensos vertiginosos, con subidas agotadoras. Tras un prolongado descenso donde perderemos casi toda la altitud ganada en los kilómetros anteriores llegaremos al puente de la carretera con el río Guadalbarbo. Justo en este punto abandonaremos la carretera. Es preciso estar atentos, nosotros nos lo saltamos y el ascenso que hay a continuación puede ser agotador.
Tomaremos la ancha pista de tierra en buen estado que sale a la izquierda nada más cruzar el puente. No la abandonaremos durante 14 kilómetros. Aunque veamos desvíos, el camino principal está claro y es el más ancho. Nada más empezar tendremos la cuesta más dura de esta pista, afortunadamente está en buen estado y se puede hacer en la bici a fuerza de pedal.
Es una pista ondulada que atraviesa una parte preciosa de sierra morena, aprovecharemos las ondulaciones de la sierra para coger fuerza en las bajadas y apretar en las subidas. Aproximadamente a los 6,5 kilómetros (un poco menos de la mitad de la pista) dejaremos una cruz de hierro a nuestra izquierda y seguiremos la pista.
Cerca del final de la misma nos cruzaremos con el camino y las flechas amarillas, que giran a nuestra derecha para acometer el ascenso final al puerto del Calatraveño. Podemos retomarla si nos encontramos con bastantes fuerzas.
Nosotros proseguimos por la pista que acaba en la nacional N-502. Nos faltan 3 km para el puerto. Duro ascenso final, que acometemos a buen ritmo sin parar, motivados fuertemente por el paso de camiones. Esto se verá premiado con un descenso de los que se disfrutan.
Llevamos 24,5 kilómetros desde el comienzo. Aproximadamente 23 desde Villaharta. 6 hasta el cruce de la carretera y la pista, 14 por la pista y 3 de puerto.
Desde el puerto disfrutaremos del fuerte descenso inicial de esos 14 kilómetros desde lo alto del puerto. Los devoraremos a alta velocidad, perdiendo la altura ganada de Sierra Morena, adentrándonos rápidamente en las llanuras del valle de los pedroches. En estos 14 kilómetros hasta Alcaracejos encontraremos algunos escasos repechos que superaremos sin dificultad. En las cercanías de Alcaracejos encontraremos una hípica a nuestra derecha, así como una gasolinera y alguna nave. Una vez en el pueblo podremos repostar, comer y encontrar lo que necesitemos.
Desde aquí hemos superado la parte más dificultosa del día y dejado atrás las durezas de Sierra Morena.
A Villanueva del Duque optaremos por ir por la misma nacional, que tiene arcén suficiente... y por que la distancia de 4 kilómetros por la carretera hace que lo tengamos al lado, además ligera pendiente descendente, llegamos antes de darnos cuenta.
En Villanueva del Duque abandonaremos la carretera, ya que la comarcal no dispone de arcén y tiene más tráfico que la M30 en plena operación salida de vacaciones. Los camiones te pueden poner los pelos como escarpias... si no acabas cual mosquito en su limpia parabrisas.
Entramos a Villanueva del Duque por la nacional hasta el cruce de carreteras, giramos en dirección a Fuente la Lancha, y cuando estamos al final del pueblo, tras dejar la oficina de correos a nuestra derecha, nos metemos por la calle de la izquierda hasta el final, giramos entonces a la derecha y ya todo recto, por "el calvario" salimos del pueblo, donde pasaremos una cruz de granito que quedará a nuestra izquierda.
El camino es bastante llano y fácil. En la primera bifurcación la de la derecha, aunque no tendremos dificultades por estar señalizado, mejor prestar atención, después a la izquierda, algunas flechas son antiguas y están algo borradas. Cruzaremos el arroyo lanchar sin dificultad, y llegaremos a Fuente la Lancha, total 7 kilómetros.
De fuente La Lancha saldremos por la calle nueva, pasando por la cruz de granito y salimos por el camino indicado por las flechas amarillas, para llegar a la carretera en menos de 2 kilómetros.
Continuaremos por la carretera sin arcén unos cuantos metros para salirnos a nuestra derecha nuevamente al camino. Seguimos por este camino unos 7 kilómetros en la primera bifurcación tomaremos el camino de la izquierda ya que el de la derecha lleva a una granja. Por este camino llegaremos rápidamente al cruce con el río Guadamatilla que se vadea sin problemas, como casi todos los de esta región. Continuaremos al otro lado del río con una alambrada a nuestra derecha.
Nosotros tuvimos que parar a arreglar un pinchazo, pues tantas ramas, vegetación y pinchos terminaron por enganchar una de las ruedas.
El camino es fácil aunque a veces tiene bastante tierra suelta utilizada para rellenar los huecos que se lleva el agua y los tractores, cuidado con no clavar una rueda en esos sitios. Cuando lleguemos a un merendero con la ermita de la virgen de Guía retomaremos la carretera.
Iremos nuevamente por la dichosa carretera hasta que veamos las flechas que nos indican cruzarla y tomar el camino a la izquierda, no obstante para ciclistas es complicado ya que el acceso al camino se ve dificultado por la valla de pinchos. Si proseguimos tan solo 300 metros más llegaremos a la entrada a un polígono industrial a nuestra izquierda que tomaremos con facilidad, para pasar detrás de las naves y retrocediendo 10 metros a la derecha entramos en el anterior camino de tierra sin ninguna dificultad. Desde aquí proseguimos hasta que el camino se transforma en asfalto entre naves viejas y nos lleva hasta un parque con valla alrededor y varias puertas.
En el centro del parque hay un bar que se come bien y barato, aunque en su aspecto por fuera no se adivina. Los productos ibéricos están buenísimos. En total unos 12 kilómetros.
Salimos del parque y seguimos las indicaciones de las iglesias por la calle de enfrente, que nos conduce a la Iglesia de San Juan Bautista, y plaza de San Juan, calle Jesús y Plaza del Duque de Bejar donde torcemos a la derecha pasando delante del convento, pasamos la calle Las monjas y seguimos rectos sin desviarnos hasta el río, pero sin cruzarlo. Es la calle Juan XXIII, torcemos a la izquierda y recto sin parar pasamos a la calle Pío XII, vemos el matadero municipal y acabamos en una pequeña carretera en muy mal estado, que afortunadamente abandonamos pronto, en una curva, por un camino a nuestra derecha que resulta estar en mejor estado. Avanzamos rápidamente por aquí para acabar en otra carretera en mejor estado que tomamos durante 1 kilómetro para volver a pillar el camino de tierra a nuestra derecha.
Seguiremos bastante rato por el camino, pasando primero un arrollo y después cuando divisemos varias naves que dejaremos a nuestra izquierda abandonamos el camino principal girando a la izquierda por otro menos transitado y en peor estado. Actualmente está bien señalizado por las flechas. A los metros cruzaremos otro arroyo y proseguimos por el camino, ya en mejor estado hasta una carretera. Levamos unos 11 kilómetros. Si nos vemos apurados podríamos pillar la carretera a nuestra derecha para llegar en 5 ó 6 kilómetros a Belalcazar donde encontraremos todo lo que necesitamos.
Como nos vemos con fuerzas proseguiremos por los 20 kilómetros que nos quedan hasta Monterrubio.
Como no vamos a Belalcazar cruzamos la carretera y seguimos por el camino, ahora en suave ascenso y algo estropeado por tractores, pero transitable. No tiene pérdida y nos conducirá hasta una pequeñísima carretera de escaso tráfico. 4 kilómetros de esa carretera, con un último repecho para descender a una carretera en mejor estado. En esta carretera tomaremos la dirección de Monterrubio de La serena y ya no la abandonaremos hasta entrar en esa población. Con diferentes ondulaciones, descensos y cuestas iremos poco a poco ganando algo de altitud, que nuestras resentidas fuerzas lo notarán, no en vano cuando acabemos habremos hecho 105 kilómetros.
Desde el cruce con esas carreteras descenderemos inicialmente, para luego pasar las vías del ferrocarril subir una loma y cruzar el ancho río Zújar. Dejaremos la ermita de la virgen de las alcantarillas a nuestra izquierda y proseguiremos por la carretera, que tras varias ondulaciones más y cambiando de provincia de Córdoba a Badajoz, nos conduce al final de la etapa: Monterrubio de la Serena. Cuando lleguemos a la gasolinera de la entrada iremos por la calle de la derecha rectos hasta casi abandonar el pueblo, entonces giraremos a nuestra izquierda en la calle de la Benquerencia que nos conduce a la plaza España donde están los dos posibles alojamientos de esta localidad. Nosotros encontramos que el hotel estaba cerrado, así que estuvimos en la Pensión Vaticano que está bastante bien.
En cuanto a restaurantes disponéis de tres en el pueblo: el del Hotel, también cerrado, El de la Pensión, y el Restaurante El trébol (enfrente del bar cuatro esquinas, donde desayunaremos al día siguiente).
No os olvidéis probar los riquísimos quesos de La Serena, en especial la Torta de La Serena.
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- Escrito por: Francisco Martínez
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Esta preciosa etapa atraviesa Córdoba, y sus sierras (antes y después de Córdoba), en especial una fuerte subida a Sierra Morena, que a pleno sol hace las delicias de cualquier cactus mexicano.
En nuestra opinión es la etapa más dura de todas. Tanto la serranía previa a Córdoba, como Sierra Morena nada más salir de esa ciudad, unido a las grandes distancias en soledad, y un sol abrasador hacen que sean etapas duras en bici, e indudablemente andando tienen que ser tremendas. Obligatorio una buena reserva de agua.
El domingo es el único día que el bar de la Pensión Antonio de Castro del Río no abre hasta las 10, así que desayunamos en el bar de al lado (Bar los Álamos, en la calle del mismo nombre)que abren a las 7. Una hermosa tostada con tomate y aceite de oliva de la región, delicioso.
Salimos buscando el cuartel de la guardia civil (cerrado). Una flecha en la parte baja del muro y otra en un poste después del cuartel nos indican que el camino es la pista de tierra de enfrente, amplia y en buen estado al principio... y cuesta arriba. Dejaremos a la izquierda la carretera que va a Bujalance.
Empezamos en fuerte ascenso por una pista de tierra con ondulaciones hasta llegar al primer desvío. Las flechas marcan seguir recto pero casi no se ven por que estaban en una caseta de piedra que ha sido recientemente derruida. Seguimos recto dejando a nuestra izquierda la carretera. Si nos equivocamos acabaríamos en la carretera.
Al poco de este desvío vemos una flecha amarilla en un poste de la valla, y descendemos entre campos de cereales hasta otra bifurcación, donde no hay indicaciones. En este caso escogemos la izquierda. Se ve claro por k la izquierda está al lado de la carretera y nos conduce hasta ella. Justo unos metros antes de llegar en un poste de telefónica veremos una flecha.
Nos incorporamos a esta carretera por 500 metros que iremos por el arcén. En ese punto llegamos a un cruce con una carretera menor, sin arcén y en peor estado. Vamos en dirección Córdoba y un cartel nos recuerda que estamos a 32 kilómetros.
Seguiremos las fuertes ondulaciones de esta comarcal de escaso tráfico, hasta que pasemos un cortijo que dejaremos a nuestra izquierda y tienen flechas amarillas y descendamos hasta un puente sobre el río. Aquí deberemos elegir entre dos alternativas. Ambas nos llevan a Córdoba.
Las flechas en el puente se ven bien a pie y mal en la bici. Si las seguimos, nada más cruzarlo pasamos a una pista de tierra que sale a la izquierda y nos aleja definitivamente de esta carretera, que sólo retoma en la misma entrada de Córdoba. Ya veremos que el camino, de barro con grandes surcos y cuestas en el horizonte promete ser una pesadilla, que entre sol, polvo sudor y lágrimas (que poético) nos conduce entre campos de cereales y escasas flechas amarillas a Córdoba.
La otra alternativa es para los ciclistas, seguir por esa comarcal sin desviarnos, y entre fuertes pendientes, que al lado del camino no son nada, nos dejará en Córdoba ahorrándonos tiempo y fuerzas.
Nosotros elegimos el camino. Me gusta decir que es porque somos grandes ciclistas capaces de las mejores hazañas, que aguantamos todo. Menos mal que en las fotos salimos sonriendo y no se nota lo que sufrimos, ahora bien, yo no vuelvo a ir por ese camino.
Tras escasos 400 metros llaneando empezamos la primera cuesta, comprobaremos que es terreno "ondulado" que empieza paralelo al río, para luego desviarse hacia la derecha. El camino está marcado por surcos del agua y de tractores que hacen más difícil el tránsito. Cuidado donde metes la rueda de la bici.
Llegaremos a la "cima" de la primera colina y nos encontraremos varios caminos. No lo dudéis, seguir de frente. A veces cuesta ver las indicaciones pero no hay duda. El terreno va empeorando poco a poco, y tras varias cuestas nos conduce a una carretera. Es posible que pensemos en tomar esa carretera y abandonar el camino (¡a la mierda!), pero ya es demasiado tarde, no hay escapatoria, esa carretera no lleva a córdoba, pues da un rodeo de 20 km.
Cruzaremos y seguiremos las flechas que ahora están bien indicadas, cada vez más campos inmensos de cereal. Y cada vez peor el camino. Tras seguir recto llegaremos a otra carretera, y no, no nos sirve. Cruzaremos hasta el cortijo de enfrente y bordeándolo por nuestra izquierda retomamos el camino. Descenderemos con cuidad por no saltarnos las ruinas del puente romano, totalmente anegado de barro. Subiremos la cuesta siguiente entre surcos que casi imposibilitan hacerlo en bici. No, no son las obras del metro.
Posteriormente llegaremos a un riachuelo, cuando lo crucemos veremos anegado por el barro y cubierto de vegetación el otro puente romano. Es más fácil saltarlo que cruzarlo. Ánimo a partir de aquí el camino mejora mucho su estado aunque sigue siendo cuesta arriba.
Al pasar este puente tendremos la última cuesta arriba y ya encontraremos mejores descensos con mejor camino e incluso algún tramo llano.
Unos cuantos kilómetros después veremos que la pista ensancha y mejora: estamos cerca de córdoba. Disfrutaremos de un último descenso trepidante, desde el que divisaremos la hermosa ciudad de Córdoba y su diminuta catedral-mezquita (desde esa distancia). Un último repecho, seguido del descenso final y volvemos a la comarcal y justo entramos en Córdoba. POR FIN!
Seguimos recto la calle por la que entramos, hasta que al final torcéis a la izquierda, hacéis la rotonda y llegáis a la torre de La Calahorra, el puente y la Mezquita. Si, podéis daros de cabezazos contra la mezquita, que no es Santiago pero sirve igual.
En Córdoba hay muchos sitios buenos para comer. Lamentablemente no conocemos más que los turísticos. hemos ido varias veces a esa hermosa ciudad, pero sin un aborigen que nos guíe no hemos sabido encontrar mas que sitios turísticos, así que no recomendamos ninguno.
No podemos salir de Córdoba sin visitar la mezquita, y si disponemos de tiempo el Alcazar y Medina Azahara. Después de eso saldremos por la avenida principal buscando dirección de la nacional a Badajoz. En este punto tenemos tres posibilidades a elegir: la difícil, la que es peor, y la que aún es peor. Nos quedan 17,5 kilómetros de cuesta arriba continua con un fuerte desnivel hasta Cerro Muriano.
El camino es la peor alternativa para los ciclistas. Aunque pueda ser muy bueno para los que van caminando, es demasiado complicado para aquel ciclista que no esté realmente preparado (he dicho realmente, tu no), y arrastrar la bici más sus alforjas a pleno sol andaluz por calzada romana con escalones no es lo más agradable. Aunque hay más sombras que en las otras dos alternativas.
La segunda es el trazado de la antigua nacional, no tiene más tráfico que algún escaso autobús que realiza el trayecto Córdoba - Cerro Muriano. El inconveniente es el sol y las frecuentes subidas y curvas.
La última alternativa es el trazado nuevo de la nacional. La ventaja es que las cuestas son las más suaves, ya que sólo tienen un 6% de desnivel, y son sólo 10 kilómetros a esta pendiente. El inconveniente el intenso tráfico, aunque el arcén es ancho.
Nosotros optamos por esta última hasta la primera salida a Cerro Muriano, allí enlazamos con la vieja carretera. Los últimos 5 kilómetros son mortales. Aunque realmente es mejor ir siempre por la vieja nacional, a pesar de ser más duro, ya que puedes parar a descansar cuando quieras. En la nacional nueva no te atreves a parar (corres fustigado por el látigo de los camiones).
Cerro Muriano es una población que tiene casi de todo y sobre todo bares donde descansar de semejante palizón. Llevamos 58 kilómetros y nos quedan 21, afortunadamente la parte dura del día ya la hemos pasado. Aunque no es realmente plano del todo lo que nos queda, si que tiene suficiente parte llana y descensos, además alas pocas cuestas no tienen comparación con el resto del día.
Una vez repuestos continuaremos saliendo del pueblo todo recto por la calle principal (la misma carretera que hemos llegado) pasando la base militar de la legión, hasta legar a los 6 kilómetros a Estación de Obejo.
Continuaremos por la nacional en dirección "El Vacar", cuando veamos el cartel indicativo saldremos de la nacional y en la rotonda del paso inferior giraremos a la izquierda para a continuación entrar en el pueblo. A nuestra vista quedarán las ruinas del hermoso castillo. Además la pastelería se puede visitar. Saldremos de la localidad por la calle principal siguiendo las flechas, hasta retornar a la nacional nuevamente. Un último esfuerzo con subida, para tras un descenso algo más largo y veloz llegar al desvío al final del destino: Villaharta.
Esta localidad sólo tiene un hotel y casas rurales. El alquiler de las casas es caro, así que recomendamos el hotel. El hotel está al pie de la nacional en el área de descanso y ha sido reformado en el 2008, está quedando como nuevo. No hay que subir al pueblo para el alojamiento.
Nos encontramos con el hotel cerrado precisamente por esas reformas, así que alquilamos una casa rural, ya que el resto estaban ocupadas por obreros de la Central Térmica de la zona. Fijaos en el perfil de la etapa que el hotel es lo que está abajo antes de la cuesta a villaharta.
Subimos la cuesta fuerte del pueblo, 1,5 kilómetros desde la nacional. Fuerte subida, nos obliga un último esfuerzo. La carretera es transitada hasta el pueblo (más allá no tiene tráfico). No tiene arcén.
Subir por el camino no merece la pena, además tiene un cruce con la carretera con escasa visibilidad en plena curva y escarpado para bicis al otro lado.
Al llegar al pueblo descubrimos que la casa estaba abajo a 500 metros más allá del cruce, así que vuelta para abajo 2 km. Una vez allí tuvimos que pagar por adelantado 150 euros por una noche. Nos quedamos sin dinero, así que vuelta a subir al pueblo al cajero, deslome total.
Otra vez con dinero vuelta a la casa, donde descubrimos que no funcionaba la caldera: sin agua caliente ni calefacción. En sierra morena en invierno y después de un día de sudar en las sierras, que olíamos a choto.
Llamamos a la señora que nos alquilo la casa (casa Nemesio) pero apagó el móvil y nos dejó allí tirados, así que recurrimos al antiguo método de calentar pucheros de agua en el fogón y llenar la bañera. Al menos algo pudimos hacer. Aunque es una cabronada y más a ese precio, la estancia más cara de toda la ruta.
Como compensación una muy buena cena: en el hotel. Aunque está en reformas la parte del restaurante está abierta. Y aunque es un bar de carretera la carta está bien.
No os perdáis de entrante la tapa de cochinillo. (Ibérico, frito, crujiente). Unas sopas típicas de la tierra, y un solomillo o entrecot en salsa roquefort. Con un poco de marqués de Cáceres.
Para recuperar fuerzas.
A 500 metros tenéis otro restaurante que también está muy bien. Nosotros no fuimos por que de noche, sin luces a pie, por la carretera al pueblo que tiene tráfico nos parecía demasiado peligroso, pero si vais con luz está recomendado por la gente del pueblo.
79 kilómetros de la etapa y otros 8 de ir y volver del pueblo, 87 como campeones.